Alice y Jean Batiste vinieron desde Suiza para celebrar su día más especial en el maravilloso entorno del Priorat. Ellos pusieron todo su amor y nosotras todas sus flores.
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Alice y Jean Batiste vinieron desde Suiza para celebrar su día más especial en el maravilloso entorno del Priorat. Ellos pusieron todo su amor y nosotras todas sus flores.
No vimos a Alice hasta 3 días antes de su boda. Lo organizó todo desde Suiza, vía mail y teléfono. Se casaban en el Priorat, una comarca natural y algo salvage, famosa por sus vinos y sus montañas. Nuestro reto: una boda romántica y rústica a la vez, pero elegante y cálida. Este fué el resultado.
El ramo de novia que escogió Alice fué un romántico bouquet de rosas crema y un toque de rosas rosa palo. Le añadimos un poquito de paniculata y unas hojas verdes que le daban un pequeño tque rústico, a juego con las montañas que se adivinan al fondo.
Para las damas de honor, unas bonitas y cómodas pulseras florals, a juego con el ramo de Alice.
Y no nos olvidamos del novio, Jean Batiste y los padrinos . Elegantes con sus prendidos en la solapa.
Un coche de época se ocupó de trasladar a los novios. Con ese elegante color verde pusimos unas rosas color crema, paniculata y unos elegantes lazos de tela.
La ceremonia de la boda tuvo lugar en Siurana, un pequeño pueblo asiduo de escaladores y amantes de la montaña. La iglesia, pequeña y un poquito oscura, la decoramos en color blanco y rosa, dando luz y calor. Unos centros en el altar y una decoración en la barandilla, junto con la decoración de los bancos, fue suficiente.
El restaurante elegido fué LAS FIGUERES, en Gratallops, en el centro del Priorat, tierra de vinos y enoturismo. Para las mesas, unos románticos centros florales en una gradación de otnos blancos, cremas y rosados, con una base de madera que le daba el toque rústico. El detalle de la cinta de ganchillo para suavizar la madera.
Por último, desear toda la felicidad del mundo a Alice y Jean Batiste, agradeceros la confianza ciega que depositasteis en nosotras y vuestra amabilidad. Agradecer tmbién a Gisela, del restaurante Les Figueres, que nos facilitó nuestro trabajo, y a toda la gente de Siurana que nos ayudó en el montage de la boda.
Un beso.
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